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Hola, Mi nombre es Diana Alí Ocaña

Soy mentora de  límites, te enseño a vivir en coherencia y a decir NO con amor, confianza y sin culpa.

Mi misión

El éxito es la suma de pequeñas acciones, repetidas día tras día.

He entendido que todos tenemos una misión en la vida. Reconocerla, aceptarla y tomar acción para cumplirla, es el inicio de una gran aventura.

Mi misión es sumar y aportar a muchas personas, así como otros lo hacen conmigo, para que, juntos, comprendamos que el autocuidado y poner límites son lo primero para una vida plena

 Desde ese lugar, podemos enfocar nuestra atención e intención en la transformación que deseamos lograr.

Solo hay que dar un pequeño paso, a tu ritmo, a tu manera; sea cual sea, estará bien. Pero hay que darlo.

«Da el primer paso: comienza hoy a transformar tu vida».

Quiero compartir contigo parte de mi historia…

Hola, mi nombre es Diana Alí Ocaña y soy peluquera de profesión hace más de 30 años. En la actualidad, comparto mi jornada laboral entre mis dos pasiones: el cuidado del cabello y el acompañamiento emocional a mujeres con hij@s que desean conectar con una mejor versión de ellas mismas. Pero sobre todo, soy la madre feliz de un chaval increíble que se llama Marc.

 Al igual que tú, a lo largo de mi vida he tenido buenos y malos momentos. En mi caso, hubo una etapa muy concreta en la que me sentía presa de una tristeza muy profunda, de la ansiedad, del enfado, de la desesperación, del miedo… Todas esas emociones se habían ido instalando en mí de manera sutil, casi sin darme cuenta, y para cuando pude reaccionar, estaba ingresada en un psiquiátrico.

Estuve allí un mes aproximadamente. El paso por el psiquiátrico fue una frenada en seco, me ayudó a detener mi vida a todos los niveles, a empezar a tomar consciencia de lo que había ocurrido en mi día a día, a comprender cómo había llegado hasta allí y por qué. Aquella parada forzosa me regaló la oportunidad de comprender, de comenzar a verlo todo con mayor claridad. Y ahora que podía verlo, sabía que estaba allí por no saber decir NO. Estaba allí por no saber ponerme límites ni ponérselo a los demás.

Aquel ingreso fue fruto de un desequilibrio emocional y físico. Por un lado quería estar con Marc. Por otro, no era capaz de limitar mi jornada laboral y cuando mis clientes me pedían cita no sabía decirles que no. Creía que si les decía que no se enfadarían conmigo y no volverían a la peluquería. Con ese primer pensamiento entraba en un bucle totalmente destructivo: si mis clientes se enfadan, no volverían más. Si no volvían, dejaría de tener los ingresos que yo estimaba necesarios para que a mi hijo no le faltara de nada. Y si a mi hijo le faltaba algo, crecería en la carencia como me pasó a mí durante la infancia… Esa secuencia de pensamientos me iba matando por dentro, pero lo único que me importaba y me sostenía era pensar en mi hijo: ¡Marc era lo primero y yo haría lo posible y lo imposible para que lo tuviera todo! En aquel momento, no alcanzaba a darme cuenta de que lo que realmente necesitaba mi hijo era más tiempo de calidad con su madre.

Llevaba en terapia dos años cuando sucedió lo del ingreso. Al salir del psiquiátrico, mi vida dio un vuelco. Me separé y empezó mi gran transformación. Seguía trabajando mucho, pero los días que Marc estaba conmigo, me tomaba las tardes libres para estar con él: iba a recogerlo al colegio, lo llevaba a jugar al parque o clases de baloncesto y al acabar, nos íbamos juntos a casa y disfrutábamos de la ducha, de la cena… Lo había echado tanto de menos, que en esos momentos, me sentía la mujer y la madre más feliz de la tierra.

Yo seguía en terapia con Florencia, mi psicóloga. Y durante el proceso fui aprendiendo muchas cosas, entre ellas, que yo era importante, que era una mujer valiente y resiliente que había transitado una infancia muy dura, que era una persona valiosa por el simple hecho de existir y ser tal y cómo era, por aportar todo lo que aportaba… Pero lo más importante que aprendí fue  que si no me ponía como prioridad en mi vida y me cuidaba y me quería a mí misma, no podría cuidar bien a Marc. Descubrí que en la vida no todo es en blanco o negro sino que hay multitud de tonalidades grises y una infinidad de colores y caminos para elegir. Paso a paso, comprendí que aunque hubiera tenido una infancia y una adolescencia difíciles, mi pasado no tenía por qué determinar mi momento presente y que Marc tenía su propia vida, nunca viviría lo que yo viví, ya que eso me aterrorizaba.

A lo largo de estos últimos ocho años, mi trabajo personal ha sido intenso. Me he apoyado en múltiples herramientas y recursos como la terapia, las formaciones, los talleres… También me ha sido de gran utilidad los muchos vídeos de YouTube que he visto y el hecho de ser una lectora insaciable. Pero lo más importante y eficaz para mí, ha sido ir poniendo en práctica todo lo aprendido, a mi ritmo, a mi tiempo, sin prisa pero sin pausa.

Y haciendo camino al andar, llegó ese momento sagrado en el que escuché «un clic» en mi interior. Fue en ese instante cuando me di cuenta de que deseaba intensamente que todo el mundo aprendiera a decir NO, que las personas aprendieran a ponerse y poner límites para que no les ocurriera lo mismo que a mí. Sé que hay muchas personas que no son felices por no saber identificar sus límites y no ser capaces de decir no cuando así lo sienten, pero ¡se puede! Y cuando no sabemos, también se puede aprender a hacerlo. ¡No te imaginas lo poderosa que puede es esta herramienta que parece tan simple!  Decir NO con calma y sentirte bien después de haberlo dicho es el primer paso para conseguir vivir la vida que uno quiere.

He trabajado mucho conmigo misma para alcanzar este estado y aunque reconozco que muchas veces he pensado en tirar la toalla, no lo hago. ¿Sabes por qué? Pues porque la vida es muy bonita para no disfrutarla y veo sufrir a demasiadas personas por el simple hecho de no saber decir que no o no saber poner un límite a tiempo. Tanto es así, que hoy, mi propósito de vida es que eso cambie y todas aquellas madres que lo deseen, aprendan a comunicar aquello que desean o no desean en cada momento, y puedan hacerlo con empatía, con asertividad, sin condicionamientos externos ni internos y, en consecuencia, vivan en el mismo estado de paz que vivo yo.

Recordarte una vez más, que mi proceso de transformación no ocurrió de repente, es un camino en el que cada paso cuenta; un viaje en el que poner en práctica todo aquello que vayas aprendiendo es la clave para que se dé el cambio. La gran revelación para mí fue descubrir que si no me cuido yo primero no puedo cuidar de manera sana a Marc y que si no me doy prioridad cada día, aunque sean cinco minutos, la alegría y el entusiasmo de vivir va desapareciendo, sutilmente, pero va desapareciendo… Por eso mi mayor compromiso es seguir apostando por mí.

Mi  propósito actual es acompañarte para que aprendas a priorizarte, a decir no cuando así lo sientas y que poco a poco habites tu mejor versión. Es un logro asumible, alcanzable, solo tienes que proponértelo y dejar que el mundo vea la persona tan increíble que eres. Apuesta siempre por ti y serás la mejor referente para tus hij@s.

Me cuido y cuido

Me gusta escribir para compartir a través de las letras.

Soy autora del libro del libro “Me Cuido y Cuido, cada acción cuenta cada palabra importa”.

En este libro explico los principios del autocuidado emocional, porque cuando más plenos nos sentimos más y mejor podemos compartir con otros.

Libro impreso

Libro digital

Mis valores

Sé real no perfecto.

En mi trayecto he forjado valores que me gusta transmitir,

en los que trabajo constantemente para seguir creciendo, entre ellos:

 

 

Cooperación

Respeto

Empatía

Humildad

Escucha activa

Autocontrol

Perdón

Flexibilidad

CONTÁCTAME Y TRABAJEMOS JUNTOS A TU FAVOR

Lo que opinan de mí

Me gusta ayudar a otros a descubrirse a sí mismos

Arantxa Illgen Izquierdo

«Muy a menudo sucede que los libros de autoayuda suelen ser demasiado complejos para muchos de nosotros o, al contrario, de una naturaleza sensiblera muy alejada de la realidad cotidiana. En cambio, las diez herramientas que componen el libro que Diana Ali Ocaña ha escrito con gran delicadeza, tacto y un lenguaje comprensible y cercano son todo un reto de autoconocimiento. Pero no un reto cualquiera, sino un reto en positivo, asumible y profesional, tanto por su forma de plantearlo y sus propuestas súper creativas, como por su apuesta a partir de la experiencia. El recorrido del que lee y lo disfruta resulta muy enriquecedor y a la vez innovador. El libro está lleno de emociones, de vivencias compartidas, y eso nos permite trabajarlas al mismo tiempo que la autora nos acompaña. Diana nos regala, sin duda, una nueva mirada, la oportunidad de vernos a nosotros mismos desde nuestras emociones, pero con la conciencia de todo aquello que podemos cambiar, siempre, para poder sumar y aportar. Un libro más que recomendable: un verdadero reto, una guía auténtica. ¡Felicidades, Diana!»

Arantxa Illgen Izquierdo

«La grandeza de Diana es recuperar el poder de lo básico, de lo sencillo y mostrarnos cómo surte efecto en nuestras vidas cuando le prestas la atención que merece. El autocuidado es un elemento vital importancia para experimentar la plenitud en la vida (tan anhelada como perseguida). Y Diana, a través de su libro Me cuido y cuido, nos facilita una guía práctica y asequible para fomentar el autoconocimiento y mejorar, paso a paso, cada uno de los instantes del día a día. Una propuesta directa y llena de honestidad. ¡Enhorabuena, Diana! «

Eva Ramírez

Eva Ramírez
Jaime-Fusté-Gutiérrez

«Me Cuido y Cuido es un libro que te será de gran utilidad por su vertiente experimental y práctica. Es muy fácil de leer, comprender y está lleno de ejercicios fáciles de hacer. Diana nos propone una serie de herramientas con las que descubriremos lo auténticos que somos y eso es algo maravilloso. «Decir NO también es una opción» es una de las propuestas más poderosas que plantea Diana y se ha convertido en una de mis herramientas preferidas. Es uno de esos libros que debería leer todo el mundo. Gracias por escribirlo, Diana. «

Jaime Fusté Gutiérrez

ME CUIDO Y CUIDO, un libro que comparte una gran persona Diana Ali Ocaña.
Dónde me ha guiado con sus diferentes herramientas y ha compartido sus
dificultades y logros al ponerlas en práctica. Para mí eso es lo que distingue un
libro de autoayuda de otro. El que esa persona haya pasado por dificultades y
sepa de qué se trata el conocerse para poder transitar esos momentos.
Momentos por los que todos en algún momento vivimos y la necesidad de poder
verlos con otra mirada nos ayuda a poder cambiar nuestra salud, mental y física
Mi opinión sobre este libro es que es muy fácil de entender ya que pone
herramientas y descripciones sobre las emociones que puedo entender y llevar
a la práctica sin necesidad de muchas vueltas. Para mí ha sido una muy buena
lectura y libro de ejercicios específicos, para enseguida notar los cambios en mí.
Además decir que la conozco personalmente y doy fe de que lo que transmite en
su libro es su realidad habitual, que como todos ella quiere seguir aprendiendo y
su motivación es poder ayudar de lo que ella aprende cada día.
Gracias por tu compartir.
Gracias por tu querer ayudar .
Felicidades por tu gran libro que sigas aprendiendo y compartiendo para mí es
un regalo.

Silvia Arjona

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