La autoestima es un pilar fundamental para la salud mental y el bienestar emocional y se basa en el autoconcepto y las creencias que tenemos acerca de nosotros mismos. Una creencia es un pensamiento sobre ti o sobre el mundo que te rodea que consideras cierta.
A menudo, estas creencias se forman durante la infancia, a partir de las experiencias compartidas con personas significativas en nuestra vida como los padres, hermanos y tutores.
Aunque estas creencias son heredadas, generan un impacto en nosotros, ya que moldean nuestra forma de pensar y actuar. Además, hay que tener en cuenta que el entorno cercano, la sociedad y la cultura en la que vivimos también contribuyen a reforzar o desafiar estas creencias que pueden ser tanto positivas como negativas. Pero ¿qué ocurre si nuestras creencias son positivas y de empoderamiento? Pues que favorecen y elevan nuestra autoestima y nos hacen sentir seguros y capaces.
Por otro lado, ¿cuáles son los efectos de las creencias negativas y destructivas? Pues como su propio nombre indica, disminuyen la autoestima haciéndonos sentir inseguros e incapaces. Por lo tanto, es de vital importancia detectarlas y trabajar en ellas para transformar las creencias negativas en positivas. Esto puede ser un proceso desafiante pero sin ninguna duda, nos llevará a una mayor confianza y bienestar emocional a medio y largo plazo.
Como acabo de mencionar, para mejorar nuestra autoestima es fundamental trabajar en las creencias limitantes y en su transformación. Y una buena forma de hacer es cuestionarnos las ideas negativas y buscar evidencias que las contradigan, de esta forma construiremos una autoimagen más realista y positiva.
Además, es importante practicar la autoaceptación y el autocuidado, tratándonos con amabilidad y respeto, sin exigirnos demasiado ni ser duros con nosotros mismos. En definitiva, mejorar nuestra autoestima nos permitirá vivir una vida más plena y satisfactoria, basada en la autoaceptación y la valoración de las necesidades y deseos propios.
Es fundamental tener una percepción clara de uno mismo y conocer nuestro nivel de autoaceptación y valía personal a fin de establecer un compromiso sólido con nuestra autoestima. Al comprender nuestras fortalezas y debilidades, así como nuestras creencias y valores, podemos identificar claramente qué es aquello que necesitamos en la vida y qué es lo que debemos evitar. Asimismo, nos permite establecer límites saludables en aquellas áreas en las que sea necesario, asegurándonos siempre de tratarnos con respeto y cuidado. Al mejorar nuestra autoestima, nos sentimos más cómodos y seguros en nuestra piel, lo que nos ayuda a lograr una mayor satisfacción y bienestar.
Crear un compromiso de autoestima es un acto de amor hacia uno mismo. Significa comprometernos a tratarnos con respeto y cariño, y a hacer todo lo posible por nuestra propia felicidad y bienestar.
Implica también reconocer nuestras necesidades, deseos y valores para actuar de acuerdo con ellos. Además, es importante aprender a establecer límites saludables y a decir «no» cuando sea necesario, sin sentir culpa ni remordimiento. En definitiva, crear un compromiso de autoestima es un proceso de autodescubrimiento y autoafirmación que nos permite construir una relación más saludable y positiva con nosotros mismos.
Si profundizamos un poco más en el compromiso de autoestima, veremos que es ejercicio maravilloso y una herramienta poderosa para tomar consciencia y descubrir las necesidades y limitaciones que nos presenta cada momento. Esta información es vital para poder desarrollarnos como personas. Por otra parte, es importante personalizar el compromiso para que se adapte a nuestras necesidades específicas y podamos cumplirlo de manera realista y efectiva.
Una buena forma de diseñar un compromiso de autoestima propio es escribir en una hoja en blanco «lo que estoy dispuesto a hacer por mí cada día, y lo que no». También podemos definir «lo que estoy dispuesto a hacer por los demás y lo que no voy a permitir que me hagan». Este ejercicio nos ayuda a tomar conciencia de nuestros límites y a ser claros al respecto de nuestras prioridades.
Es importante revisar nuestro compromiso de autoestima periódicamente para hacer los ajustes necesarios y celebrar nuestros logros. A medida que avanzamos en nuestro camino de mejora personal, podemos inspirar a otros a hacer lo mismo y así contribuir a mejorar su autoestima.
No debemos ser demasiado duros con nosotros mismos por aquellas decisiones que tomamos en el pasado, ya que esto nos impide avanzar. En lugar de eso, debemos concentrarnos en ser la mejor versión de nosotros mismos y tomar medidas concretas para lograr nuestros objetivos de bienestar y felicidad.
Recuerda que el compromiso de autoestima es un proceso continuo que requiere esfuerzo y dedicación. Pero con cada pequeño paso que damos, nos acercamos cada vez más al objetivo final que no es otro que sentirnos bien con nosotros mismos y disfrutar de la vida al máximo.
Te comparto un compromiso de autoestima que a mí me ha servido, es muy posible que a ti también te sirva. Mi recomendación es que crees tu propio compromiso, uno que se adapte 100% a ti y que lo hagas tuyo; en él puedes poner todas esas cosas que hay en tu mente y, sobre todo, en tu corazón. Hazlo desde el mayor cariño y amor hacia ti. No seas injusta contigo ni te castigues por lo que has hecho o permitido en el pasado. Aquello ya pasó y tú ahora estás en marcha para ser la persona que sueñas ser. Eres muy valiente. Da un paso hoy, mañana otro, y si un día no das ningún paso o retrocedes, no pasa nada. Lo importante es que no pierdas de vista el objetivo que te llevará hasta tu bienestar y felicidad.
- Me comprometo conmigo misma a amarme y respetarme, a escucharme en primer lugar y a mantener ese compromiso.
- No voy a hacer nada que no me apetezca, ni por obligación ni porque sea lo que se espera de mí.
- A partir de ahora, diré que sí cuando piense y sienta que sí y diré que no cuando piense y sienta que no.
- Atenderé mis necesidades y deseos para sentirme bien, y desde ese espacio de autocuidado y respeto por mí misma, podré compartir de manera auténtica.
- Pondré límites a todos aquellos que me invadan, abusen o me abrumen con sus expectativas sobre mí. No he nacido para complacer a nadie ni satisfacer las expectativas de otros. Lo haré con asertividad y coraje.
- Me comprometo conmigo misma a no volver a intercambiar sexo, dinero, tiempo y cuidados por afecto. A partir de ahora, si doy, lo haré de corazón, sin esperar nada a cambio y de manera saludable.
- Suelto la culpa de cosas pasadas para siempre. Se acabó el sentirme culpable.
- Me comprometo a hablarme bien de mí misma, a susurrarme palabras bonitas ya recordarme todos los días que soy valiosa,
- digna de amor y merezco todo lo bueno que la vida tiene para mí.
- No permitiré a nadie culparme o decirme que debería hacer las cosas de otra manera. No consiento que nadie me infravalore o me hable mal por lo que hice en el pasado.
- Me amo y me acepto con mis luces y sombras, al igual que acepto a las personas sin tratar de cambiarlas.
- No soy mejor ni peor que nadie.
- Me libero de las normas sociales y me doy permiso para hacer lo que quiera, siempre y cuando no lastime a nadie. Me visto como quiero, voy a donde quiero y simplemente soy yo.
- Me comprometo a ser yo misma, de modo que pueda contagiar mi naturalidad a otras personas para que también se permitan.
- Hago lo mejor que puedo en cada momento ser.
Recuerda que el amor propio y la autoestima son procesos continuos, así que sigue trabajando en ellos día a día y muy pronto te sorprenderás con los resultados.